¿Y a mi qué coño me importa la sexualidad de cada cual?

DSCN7780

Cotilleando por bitácoras, esas recomendaciones que te hacen los amigos, me encontré con la entrada:

Mamá, Papá: soy homosexual. El desafío de franquear la barrera doméstica para un gay o una lesbiana.

https://i0.wp.com/gaymente.com/wp/wp-content/uploads/2009/01/parejas-gay.jpg
La foto la he tomado de aquí (pincha en ella)

Teniendo en cuenta que estoy de acuerdo con el autor del post, yo a nivel personal, hay cosas que sigo sin entender. Quizá sea porque a mi nunca me han criado como una buena católica. Simplemente me han educado como una ciudadana, que ha de respetar a los demás por encima de cualquier diferencia, ya sea de raza, religiosa o de identidad sexual.

Quizá por eso, yo que soy tan perceptiva en otras cosas, ni me entero, si mi amigo del instituto es o no es homosexual, hasta que me invitó a su «boda» (por áquel entonces no podían casarse). O me entero, cuando mi profesora de inglés se me declara. ¡Coño, me dejó de piedra, pero tan de piedra, cómo cuando se me declaró el tío más tímido que he visto en mi vida! (es que yo sí sabía que le gustaba, me miraba con ojos de cordero degollado, pero jamás pensé que se atreviera a dar el paso.

Lo que quiero decir, es que para mi me es tan indiferente el tema, que ni siquiera soy consciente. Yo que soy una persona intuitiva por naturaleza. Que la gran mayoría de las veces, sé por dónde me van a salir muchas personas en muchas ocasiones. Que me dedico a dar la vuelta a la tortilla en discusiones, sólo por la diversión de ver el comportamiento social de las personas. No reparo, en si alguien es gay o lesbiana. No reparo en si son heterosexuales.

Es cierto que aunque no me criaran de forma religiosa, el poso de nuestra educación es judeo cristiana, querámoslo o no. Por eso digo que sí que estoy de acuerdo con el autor de la entrada, en que nuestra sociedad es una sociedad heterosexista.

Pero yo que entiendo que un hijo es un hijo, y que aunque haya hecho ciertas barbaridades, sus padres los sigan queriendo, los acompañen en sus cárceles, algunos los justificarán, otros simplemente, dirán, «sí, ya sé, no debería haberlo hecho, pero es mi hijo, le quiero y espero que no lo vuelva a hacer» y están ahí, por si pueden ayudarles. (Y esto hablando de lo que muchos llamarían la escoria de la sociedad, que es lo que estoy poniendo de ejemplo) y en cambio, haya padres que teniendo hijos que son unos soles, sólo por el mero hecho de no entender que su identidad sexual es diferente puedan llegar a hacerles tanto daño. Unos insultando, otros compadeciéndose, otros condenándolos al ostracismo. Ni te cuento, cuando «es que estás enfermo y hay que curarte».

Simplemente no lo entiendo. Por más que lo pienso, sigo sin entenderlo. Quizá es que yo sea una ilusa, pero es que yo creo que a los hijos hay que dejarlos ser ellos mismos, que estamos para ayudarlos, a crecer en su propia libertad, que son «nuestros hijos», pero ellos son dueños de su propia persona.

Si siempre he tenido esto claro, hay una anecdota que tengo clavada y que me recuerda, esto último que he dicho. Yo me llevo con mi hermano catorce años. Desde bebé era muy rubito, casi no tenía pelo, y a los dos años, nos decidimos a seguir el consejo de mi abuela y cortarle la pelusilla que tenía a ver sí le crecía más fuerte. ¿Quién se iba a imaginar, que un moco de dos años ya tenía conciencia de su aspecto físico?. Se pasó llorando toda la tarde… «mi peoooo» decía con una voz desgarradora, que nos generaba un sentimiento de culpa tanto a mis padres cómo a mi. Un desconcierto de ese descubrimiento. No hubo manera de acostarle, se durmió sentado apoyado en mi padre y aún dormido hipaba y se tocaba la cabeza.

Aprendimos después de eso, a respertarle, a hablar con él, cuando tocaba cortarle el pelo. ¿Tan difícil es entender, que tu hijo no ha de ser igual que tú, que lo único que importa es el respeto y el amor?

En fin. Lo siento, sigo teniendo pendiente el tema del Fascismo (no ha sido mi mejor semana) y el tema del relax, no me inspiraba. Y cuando he leído ese post, me he indignado.

No soporto a los que van de buen cristiano, buen ciudadano, y son capaces de semejantes barbaridades, por no saber respetar a quien es diferente a ti, sobre todo, en tu propia familia.

Me puedes poner nota, y si te ha gustado, votar en bitácoras:

votar

11 comentarios en “¿Y a mi qué coño me importa la sexualidad de cada cual?

  1. Leches, si no sólo me falta del club el de el Fascismo, sino también lo de lo paranormal y religioso o cómo fuera que era el temaaaaaaaaaaaaaa….

    Y ambos tengo intención de hacerlos, pero cuando esté un poquito más animada…

    😀

  2. Hola Nynaeve,

    Creo que el resumen de tu escrito es el de «libertad y respeto». Reconocer la libertad del otro y respetar su forma de ser, aunque no lo comprendamos ni compartamos su opinión.

    Eso me recuerda cuantas veces tú y yo hemos «chocado» en temas de debate y solo cuando uno se olvida de esas sencillas reglas es cuando pierde toda justificación. Rectificar y pedir perdón es lo correcto en esos casos.

    un beso

  3. Ay niña. A mí sí me educaron en eso de la católica, apostólica y romana y tampoco lo entiendo. Supongo que conoces el poema de Gibran Khalil:

    Tus hijos no son tus hijos
    son hijos e hijas de la vida
    deseosa de si misma.

    No vienen de ti, sino a traves de ti
    y aunque estén contigo
    no te pertenecen.

    Puedes darles tu amor,
    pero no tus pensamientos, pues,
    ellos tienen sus propios pensamientos.

    Puedes abrigar sus cuerpos,
    pero no sus almas, porque ellas,
    viven en la casa del mañana,
    que no puedes visitar
    ni siquiera en sueños.

    Puedes esforzarte en ser como ellos,
    pero no procures hacerlos semejantes a ti
    porque la vida no retrocede,
    ni se detiene en el ayer.

    Tú eres el arco del cual, tus hijos
    como flechas vivas son lanzados.

    Deja que la inclinacion
    en tu mano de arquero
    sea para la felicidad.

  4. Pero churri, parece mentira, te veo un poco ingenua. Contra mas «buen» cristiano es alguien (en el sentido Vaticano) más intolerante es, y especialmente con el tema de la homosexualidad de por medio (no hay más que escuchar las últimas declaraciones del algún cardenal) Para un cristiano viejo de procesión y sacristía no hay nada peor en el mundo y es que además la jerarquía se lo está repitiendo continuamente. Ante señejante lavado de cerebro no me estraña que muchos tengan que elegir entre sus hijos o sus convicciones.

  5. Ser homosexual, no es evidentemente una enfermedad. Tener fobia a los homosexuales, si lo es. Los que deberían ir al psicólogo son los padres. Ellos son los que tienen un conflicto emocional que no son capaces de superar. ¿Son quizá los dos o uno de ellos, homosexuales reprimidos? Es una posibilidad.

  6. Jo chicos, estoy en Donosti unos días, así que os responderé al volver a casa o a ratitos… pero sabed que os quiero un montón (también hablán un par de copichuelas que me he tomado por ahí 😀 )….

    Muaks

  7. Mira que con lo mal que te cae el Patxi y que me ha convencido para que me vaya con él al Gobierno Vasco, jejeje. Ya te contaré. Por eso no tengo tiempo de visitarte ni de meter nada ni de fotos ni de nada. «DIluir Euskadi» cuesta un esfuerzo de 10 horas diarias…
    Un muxu

    1. Y eso me lo dices el día de la ¡¡¡CONSTITUCIÓN!!!, de esta que se ha quedado anclada en las amenazas del franquismo y subida a los altares, por muchos de la izquierda cuando deberíamos aborrecerlaaaaaaaa??? :mrgreen:

      Pozí, creo que te voy a escribirrrrrrrrrrrr…

      1. Ya ves, hija. Cuando ya habían formado el Gobierno y yo estaba tranquilito en mi trabajo de ímprobo funcionario me llamaron par asuntos relacionados con mi curro y me fuí de cabeza.
        Lo que no quita para que siga siendo el mismo republicano, cada vez más marxista libertario (las contradicciones habituales entre lo uno piensa y siente y lo que uno hace), pero trabajar lo que he ido a trabajr allí era irrenunciable para mí. Mándame un correillo y te cuento.

Deja un comentario