Ayer leí un artículo de Tercera Información, que viene a recordarme ciertas dudas que tengo al respecto.
Se trata de los matrimonios y de las parejas de hecho. No sé qué diferencia hay, salvo las de carácter legal que se señalan en el artículo.
Hace relativamente poco, hablando con una amiga salió el tema del matrimonio y yo le dije que en caso que entre una pareja exista un contrato de convivencia, lo más lógico es que fuera éste, dado que es el más completo a nivel social.
Digamos que la forma de asumir contratos es variopinta:
1.- Matrimonio
2.- Pareja de Hecho
3.- Compartiendo una hipoteca, las cuentas del banco, los recibos
Con esto del matrimonio tenemos una dicotomía, ora es lo mejor, me caso porque te quiero, ora es lo peor, es cómo ponerse una soga al cuello.
Pero lo cierto es que de las tres formas estás con «esa soga al cuello». Todo depende de cómo se lo tome cada cual. Las tres son un supuesto de estabilidad. A las tres se llega por amor. Así que si uno cree que casarse es una manera de perder la libertad, las otras dos, no lo son menos. También es cierto, el sentimiento de pertenencia, que genera en varias personas (de hecho en algunos, cómo se ha visto en el post anterior, en todo su más amplio sentido). Me refiero al de pertenecia del otro, no el que uno mismo siente en referencia a su pareja.
Ahora bien. Las parejas de hecho, tenían verdadero sentido cuando no todas las personas tenían acceso a casarse. También cuando había diferencias (en esta caso en contra del matrimonio) a la hora de hacer la declaración de la renta. Si ahora existe una diferencia con el matrimonio, realmente es a la hora de cierto número de reconocimiento de derechos, pero en la práctica, nada más.
Yo creo que lo más lógico, sería unificarlo. La única pega que veo ahí, es ese «sentimiento» que aún hoy, pueda que haga que una pareja, siga optando por Pareja de Hecho, en lugar de Matrimonio. Y no sé, será que yo soy muy práctica, o muy prosaica, pero si alguien me lo quiere explicar, se lo agradecería enormente.
Yo no me he enterado de nada…Para mi quitando a los curas de escena…todo lo demás lo semejante…y las fórmulas que cada uno elija la que más que le guste…incluso ninguna…
besos
Mujer, que también pueden elegir el matrimonio eclesiástico. Obviamente yo no me meto con lo que haga cada cual. Lo que pasa es que no entiendo que diferencia hay hoy por hoy, entre las tres opciones que he puesto, a nivel de compromiso de la pareja de él uno cómo el otro.
Siendo así, no entiendo porque se reivindica igualar en derechos y deberes entre los dos primeros, para eso, uno de ellos sobra. Nada más…
Un besazo guapísima 😀
Es difícil ser imparcial, cuando uno ha usado una de las fórmulas y le ha ido bien. Para mi, la diferencia es el enfoque inicial. En un matrimonio, te lanzas con la persona que amas a una aventura en común y con un proyecto de vida que poco a poco vas perfilando. Es mi caso, y no me he arrepentido ni un momento de haberlo hecho. Hemos vivido,pensado y planificado juntos. No tengo que ser modelo ni ejemplo para nadie, pero tengo la impresión de que nunca hemos contemplado ni siquiera la posibilidad de separarnos. Para mi, las parejas de hecho, y las que comparten hipoteca, empiezan cautelosamente una aventura sin arriesgar demasiado y con los barcos en la costa por si hay que volver. Tiene menos de compromiso y de voluntad de llevar el barco a puerto, y tiene mas de nadar y guardar la ropa. Salir pensando en volver no es salir bien.
Puede que sea así, aunque yo siempre he creído que la gran mayoría de los que optaron cómo pareja de hecho, fueron homosexuales y lesbianas, ante la imposibilidad de casarse y para estar algo más protegidos, que siendo «sólo compañeros de piso» (para algún que otro familiar retrógrado que usó de la imposibilidad del matrimonio, para no reconocer de facto).
Imagino que cuando uno ha ido a registrarse como pareja de hecho, muchos no cambiarán el estatus sólo por «vagancia» o simplemente porque no tienen tiempo. Es más fácil, que les equiparen los derechos y en paz.
Pero en ese caso, sería un matrimonio con otro nombre.
Tampoco sé si es que es mucho más fácil deshacer una pareja de hecho, ahora mismo que un divorcio express.
En cuanto a vosotros, me encantáis cómo pareja, Xarbet, ¡¡¡yo de mayor quiero ser cómo vosotros!!!, yo aspiro a tener lo que vosotros demostráis día a día.
Un besazo 😉
Hola Nynaeve,
La palabra matrimonio tiene un significado religioso y civil, que lleva im`lçicita una serie de derechos y deberes entre ambos conyuges. Lo de pareja de hecho fue una forma de reconocer esos derechos en una convivencia no «legalizada» por ningún documento. Aunque la Ley ya contempla el reconocimiento de esa situación. En cuanto a la terecera posibilidad que planteas es un equivalente de la segunda.
En cualquier caso, se trata de un compromiso de convivencia entre adultos y sujetos exclusivamente a sus propias reglas por decirlo de laguna manera. El problema de inestabilidad de la pareja, al menos la heterosexual, puede venir por la aparición de terceros, ya sea por infedilidad o por haber decidido tener descendencia. Esa descendencia tiene derechos y debe ser reconocida legalmente.
En fin, un tema que tiene muchas aristas para dejarlo en un solo comentario.
musus 🙂
Yo creo que entre el ámbito de los no creyentes, la palabra matrimonio, se asimila sólo a las connotaciones civiles. Quiero decir, que hoy nadie «repudia» el matrimonio por sus connotaciones religiosas.
Es más tras el debate que se ha dado en la sociedad, con la aprobación del matrimono gay, se ha profundizado, en que el matrimonio eclesiástico por si sólo no sirve ante la ley, es necesario sí o sí firmar los papeles del matrimonio civil.
Te digo esto más que nada, para señalar, desde el punto de vista con el que escribí el post.
He estado leyendo más desde que escribí la entrada y precisamente por los hijos o una viudedad y herencia, uno puede ser reconocido cómo pareja de hecho, a posteriori con suficientes pruebas (aunque creo que no en todos las posibilidades).
Está claro que eso no se puede hacer con el matrimonio. Pero tras seguir analizando, poca diferencia veo, es más… uno ha de demostrar que llevan conviviendo años o que tienen hijos en común para que uno se pueda registrar. Lo de casarse es ir y hacerlo. Sobre todo si lo que estás haciendo es firmar un contrato.
Un musu 😉
Escribo como el rayo y por eso los acentos se multiplican. Quise decir «implícita» y no esa cosa ilegible que ha salido 🙂
Por cierto, como sabes, aunque soy no practicante, me casé por la Iglesia y por lo civil, que entonces iba todo obligatoriamente en el «paquete» y eso tras unos inexistentes «cursos prematrimoniales religiosos» que se redujeron a una charla de 15 minutos con el padre misionero que nos casó.
Lo que soy suspicaz es si la gente celebra bodas por la parafernalia, los compromisos sociales de padres, amigos, etc. y los regalos.
musus 😉
Lo de que alguien se case por la parafernalia, más que compromisos sociales, por no dar un disgusto y los regalos, creo que son una minoría, pero que aún hoy existen.
Yo conozco parejas asentadas desde hace años, que decidieron casarse, porque teniendo claro que se querían y que querían pasar el resto de su vida juntos, al final, el matrimonio es el más completo.
Muaaaaks 😀
Cuando se formaliza una relación, considero que lo mejor es que exista un papel por medio. Antes no lo tenía tan claro. Ahora sí. Cuando yo me casé mi pareja dijo que quería legalizar esa situación, lo que me sorprendió por su insistencia. Me contó un caso, de una pareja que se habían ido a vivir juntos, en una época que estaba muy mal visto. El hombre había dejado a su mujer para irse a vivir con su nueva compañera. Corrían los años 50. El era de una familia burguesa que lo dejaron literalmente en la calle. Ella una pobre obrera. Juntos consiguieron criar a toda su prole y tener un piso en propiedad. El murió y cuando murió su familia, aliado con la primera esposa, los dejaron literalmente en la calle. Se quedaron con todo lo que habían conseguido juntos. Mi chico debía ser pequeño y esta historia le dejó tan impactado que tenia muy claro que la relación con papeles.
Ahora ya sabes por qué me he casado, sobre el resto de la historia, la boda y demás ya te lo conoces, jeje.
Mira, hay cosas que son tan sumamente, rocambolescas, que me tocan el pié. Tu puedes tener una pareja de hecho, estar reconocidos por la ley, pero en el estatuto de los trabajadores, tienes ventajas para el matrimonio y no para otros modelos de pareja. Por eso digo, quizá que por ser el más antiguo es el más completo y el más «seguro».
Aunque yo no lo tuve tan claro hasta que se casaron unos amigos míos este año. Después de vivir años y años, juntos me dijeron, no quiero pedir favores si mi chico está enfermo, para poder ir con él al hospital. Hoy por hoy mi jefe nos conoce a los dos, conoce nuestra situación y no hay problema, pero ¿y mañana? ¿mi jefe porqué ha de saber o tengo que pedir ningún favor, si cuando formalizo mi relación, lo que tengo es mi derecho?
Un muaks muy gordo 😉